Superando el clasismo en la SST/PRL

Una visión crítica:

El debate sobre la clase obrera y su protección en la era digital suele estar dominado por enfoques socialistas (y otras ideologias trasnochadas y desfasadas), que insisten en la lucha de clases y la centralidad del Estado como garante de derechos. Sin embargo, la realidad contemporánea exige superar estos esquemas rígidos y apostar por una visión liberal, centrada en el individuo, la innovación y la adaptación constante de las normas laborales.

1. El problema del clasismo:

El clasismo parte de la idea de que existe una “clase obrera” homogénea, víctima de explotación y alienación, que debe ser defendida por el Estado y los sindicatos (olvidando que los estados son los mayores empleadores a nivel global). Este enfoque, heredado del marxismo, tiende a perpetuar divisiones artificiales y a justificar la intervención estatal excesiva, lo que genera burocracia, rigidez y, muchas veces, corrupción. En el ámbito de la SST, esto se traduce en normativas obsoletas, poco flexibles y alejadas de la realidad tecnológica y productiva actual.

2. La visión liberal: flexibilidad, innovación y protección real

El liberalismo propone abandonar el historicismo y el colectivismo, apostando por la libertad individual, la propiedad privada y el libre mercado como motores de desarrollo y bienestar (la formula del éxito probada por todos los países desarrollados del mundo). En materia de SST, esto implica:

• Adaptar la legislación a los cambios tecnológicos: Las normas deben ser ágiles y flexibles, capaces de responder rápidamente a los nuevos riesgos y formas de trabajo que surgen con la digitalización, la automatización y el trabajo remoto.
• Fomentar la responsabilidad individual y empresarial: La protección laboral no debe depender exclusivamente del Estado, sino de la capacidad de los trabajadores y empleadores para negociar, innovar y adaptarse a los cambios. La negociación colectiva debe evolucionar hacia modelos más dinámicos y menos burocráticos.
• Eliminar la rigidez y el paternalismo estatal: Los sistemas socialistas tienden a crear estructuras sindicales y estatales que, lejos de proteger al trabajador, lo convierten en rehén de intereses políticos y burocráticos de pequenos grupos que son los que de verdad se benefician. La modernización exige menos intervención estatal y más protagonismo de la sociedad civil y el sector privado.

3. Por qué los enfoques socialistas son obsoletos en SST

La globalización, la apertura de mercados y la revolución tecnológica han transformado radicalmente el mundo del trabajo. Los modelos socialistas, basados en la planificación centralizada y la protección colectiva, no pueden responder eficazmente a la diversidad y rapidez de los cambios actuales (y jamas lo han hecho). Además, la excesiva regulación y el control estatal suelen generar informalidad, corrupción y falta de incentivos para la innovación y la mejora continua.CUALQUIER PARECIDO CON AL REALIDAD ES PURA COINCIDENCIA…

En países como Venezuela, la persistencia de normativas OBSOLETAS ha resultado en sistemas laborales y de SST ineficaces, incapaces de proteger realmente a los trabajadores en un entorno cambiante y competitivo. La modernización liberal, en cambio, apuesta por la actualización constante, la formación adaptativa y la apertura a nuevas formas de empleo y protección.Hay trabajo por delante y hace falta gente que lo haga.

4. Propuestas para una SST moderna

• Reconocer la diversidad laboral: La clase obrera ya no es homogénea; incluye técnicos, repartidores, trabajadores de plataformas, freelancers, etc. Las políticas deben ser inclusivas y flexibles DE VERDAD.
• Actualizar los marcos normativos: Las leyes deben ser revisadas y adaptadas periódicamente, evitando la burocracia y el inmovilismo.
• Promover la formación continua: La capacitación en nuevas tecnologías y riesgos debe ser responsabilidad compartida entre Estado, empresas y trabajadores.
• Fomentar la innovación y la competencia: Un entorno laboral competitivo y abierto genera mejores condiciones de seguridad y salud, al incentivar la mejora continua y la adopción de buenas prácticas.

El clasismo, con su visión rígida y estatista, ha quedado obsoleto frente a los desafíos de la era digital.ESO SIN CONTAR QUE NO EXISTE EJEMPLO EN LA HISTORIA MODERNA QUE ESTE INVENTO HAYA FUNCIONADO. La seguridad y salud en el trabajo requiere una nueva visióN, centrada en la flexibilidad, la innovación y la responsabilidad individual. Solo así se podrá proteger eficazmente a los trabajadores y garantizar su bienestar en un mundo laboral en constante transformación.